Lágrimas, mocos y pus
El cuerpo humano produce maravillas. Y teniendo sexo te tropiezas con algunas de ellas.
Pus y mocos están llenos de agentes patógenos. Para evitar daños: no
lames a ninguno de los dos y sobre todo no te los tragues. A tu pene lo
proteges como siempre óptimamente con un condón.
No tengas pánico ante las lágrimas: pueden contener algunos virus de hepatitis e VIH, pero solamente lágrimas a torrentes que invadan heridas abiertas, podrían quizás ocasionar algo.
En otras palabras: Coloca un parche sobre cualquier herida para que
todo contacto con mocos, vómitos, cerumen y sudor sea sin
inconvenientes.
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