A salvar el pellejo....
La mayoría de los agentes patógenos tienen que atravesar la piel para entrar en el cuerpo y causar daños.
Los agentes de las enfermedades de transmisión sexual apenas encuentran
puntos para penetrar en la capa exterior de la piel sana. Igualmente la
piel exterior tanto del pene como de los testículos es bastante
robusta. Ningún agente patógeno puede entrar aquí, mientras no tengas
heridas.
Tanto alrededor del ano como en la cabeza del pene la piel es más
sensible. Teniendo sexo, allí fácilmente se producen heridas muy
pequeñas, que no las puedes ver a simple vista y que no duelen
necesariamente. Estas son las puertas de entrada para los agentes de
enfermedades de transmisión sexual.
En el interior de tu pene, es decir en el conducto de orina y de
esperma, tienes la piel húmeda y muy sensible. Esta piel mucosa también
la tienes en la garganta y en el culo, o para ser más exacto, en el
recto. Esta piel es sumamente sensible a muchos agentes patógenos.
Si tu piel no está sana en un 100 %, entonces puedes tener un gran
problema. Heridas, llagas, lugares que sangran o exudan facilitan la
entrada de los agentes patógenos en tu cuerpo. En este caso tén mucho
cuidado y evita el contacto con secreciones del cuerpo.
Usando condón puedes proteger muy bien a tus lugares sensibles.
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